miércoles, 23 de julio de 2014

¿La receta del éxito?



A pesar de que el título de esta nota contradice las coincidentes respuestas de los empresarios y/o productores teatrales entrevistados acerca de la no existencia de recetas o fórmulas de éxito y a pesar de que se vende la nota como que los mismos entrevistados develarán grandes secretos de la producción teatral que no lo son -ni grandes ni secretos, digo-, aún así rescato las observaciones y experiencias de estos profesionales del medio a los que siempre vale la pena escuchar o en este caso leer y por eso acá va este post que si afinan bien el ojo podrán disfrutar seguramente. GS



Miércoles 23 de julio de 2014 | Publicado en edición impresa

Secretos de la producción teatral


La receta del éxito

El suceso de una obra siempre es un misterio y se dice que no hay fórmulas; LA NACION habló con nueve productores importantes para conocer sus secretos

Por Carolina Amoroso  | LA NACION


"Los empresarios sólo ponen dinero. Yo pongo mi capacidad de trabajo, mi pequeña dosis de talento, mi fuerza interior", dijo alguna vez Carlos A. Petit, un histórico hombre de teatro, conocido como el "zar" de la revista porteña. Quizás esta afirmación arroje un poco de justicia sobre la producción teatral, una profesión que, como la de los actores, también tiene mucho de mística, pasión y riesgo.

Pocos seres humanos pueden resistir el fracaso con la templanza de un productor de teatro. Después de todo, fue también el propio Petit quien supo desterrar el exitismo ilusorio con el que suele asociarse a los empresarios teatrales al confesar que "el negocio del teatro es una sucesión de fracasos con algunos éxitos". Lo cierto es que, aun conociendo esta verdad, año tras año, un puñado de hombres (mezcla de malabaristas y visionarios) apuestan a sus proyectos sabiendo que se embarcan en un juego cuyas escasas reglas pueden cambiar aun en mitad de la partida. "No hay una fórmula para producir", suelen decir los más avezados.

Sí, puede que sea cierto. No parece haber una fórmula única, de ser así, serían todos éxitos (algo que, sabemos, está lejos de la realidad). Pero aun en ese escenario de incertidumbres y riesgos, ¿cuáles son los denominadores comunes entre los productores que marcan el pulso de nuestro circuito comercial? ¿En qué se diferencian? ¿Qué aprendizajes recogieron a lo largo de sus caminos? En la búsqueda de éstas y otras respuestas, LA NACION conversó con nueve de los productores más importantes de nuestro circuito comercial. Aquí, Lino Patalano, Carlos Rottemberg, Sebastián Blutrach, Roberto Bisogno, Pablo Kompel, Ariel Diwan, Gabriel García, Ignacio Laviaguerre y Javier Faroni comparten sus experiencias y nos ayudan a esbozar las claves de su necesario y complejo oficio.


Encontrar el material

Empecemos por el principio: ¿cómo hace un productor para elegir una obra en el inmenso mar de la dramaturgia universal? Hay quienes, como Ignacio Laviaguerre (productor de la taquillera Más respeto que soy tu madre y de La cabra y La duda, entre otras), deciden guiarse por su visión de espectador y elegir materiales que, ante todo, los movilicen a nivel personal: "El primer disparador para entusiasmarme es que me interese a mí como espectador -asegura-. Si no, no puedo llevarla adelante". En el mismo sentido, Sebastián Blutrach, productor de Forever Young, Toc Toc y El crédito, además de ser director general de El Picadero, sostiene que es necesario sentirse atravesado por el texto para apostar a la obra, y agrega: "Desde el punto de vista comercial, pienso a qué tipo de público le puede interesar la temática y qué capacidad económica tiene ese grupo de gente. A veces, la posibilidad de lucimiento de un actor es una razón en sí misma para elegirla".

Así como otros campos del consumo cultural, la producción teatral también está atravesada por las tendencias, tanto en lo que refiere al origen de los textos como al sello de su autor o a la elección del director. En los últimos tiempos, la reiterada presencia de obras de Sebastien Thiéry, Jordi Galcerán, Yasmina Reza, Neil LaBute y Mike Bartlett parecen abonar esta idea. "Creo que, en estos tiempos, los autores extranjeros han prevalecido", asegura Javier Faroni, productor de Casi normales, Al final del arcoiris y La casa de Bernarda Alba. En el mismo sentido, Gabriel García (productor del musical Priscilla, la reina del desierto) sostiene: "Están muy fuertes los autores franceses".

Cuando de tendencias se trata, algo parecido sucede en el rubro de la dirección, en la que Daniel Veronese, Javier Daulte y Claudio Tolcachir figuran entre los más convocados de los últimos años. "Lo importante es el talento. Después, hay épocas donde se normaliza y los directores continúan con vigencia y quizá con menos estrenos", señala Blutrach.

Cabe aquí hacer un apartado para la dramaturgia argentina: años atrás, nombres como el de Roberto Cossa y Carlos Gorostiza copaban la cartelera local. Sin embargo, en las últimas décadas, son pocos los dramaturgos argentinos que logran ganar un lugar en el circuito comercial (este fenómeno no se replica en el circuito oficial ni en el independiente). A mediados del año pasado, en el teatro comercial, las únicas obras de autores argentinos eran musicales: Camila, nuestra historia de amor, El jorobado de París, Tango feroz y Manzi, la vida en orsai. Atentos a esta tendencia, la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales y Musicales (Aadet), junto con Argentores y Actores, impulsó el concurso Contar 1, una oportunidad para generar un encuentro entre los productores y los autores nacionales, y así lograr que la dramaturgia local llegue también a los teatros comerciales.


La comedia se impone

Según los datos de Aadet, en la semana del 7 al 13 de julio, cinco de los diez espectáculos más vistos fueron comedias (los restantes son del género music hall o propuestas alternativas, como Fuerza Bruta). Este dato podría parecer casual o meramente ocasional, pero lo cierto es que los grandes productores de teatro coinciden en señalar que, en lo que respecta a la taquilla, las comedias suelen imponerse. "En nuestro país, la comedia con buen texto es un síntoma de una obra segura", observa Javier Faroni, aunque también destaca que hay grandes dramas que funcionan bien y sostiene que el público local suele elegir a las obras de texto por sobre los musicales. En el mismo sentido, Laviaguerre opina: "También están en auge las comedias dramáticas, que funcionan muy bien. Pero, en líneas generales, parecería casi indispensable que el espectáculo tenga una cuota de humor".

Por su parte, Gabriel García (hoy a cargo de una de las apuestas más fuertes de la calle Corrientes) ejemplifica la primacía de la comedia a partir de su propia experiencia: "Creo que la gente hoy quiere ver cosas divertidas. Hay mucho drama en lo cotidiano y quizá las comedias son una opción para despejarse y cambiar un poco la energía. Yo el año pasado hice El hombre elefante y fue una gran obra en mi opinión. Pero era una historia muy fuerte y no resultó como esperábamos. Todos salían conmovidos, pero el público no la eligió".


Las figuras

Los actores son, sin dudas, un elemento clave a la hora de pensar un proyecto teatral y en ocasiones pueden llegan a ser el gran disparador. Por esto resulta casi inevitable ligar al teatro comercial con la presencia de las llamadas "figuras", que, como bien las define Roberto Bisogno (hoy a cargo de La Comedia, el Apolo y el SHA), "son aquellos actores y actrices que están muy arraigados en el gusto popular" y que, por consiguiente, logran traccionar la taquilla. Tomando esa definición, buena parte de los productores consultados coinciden en señalar que es importante la presencia de, por lo menos, una figura para convocar al público. "La variable «¿con quién?» es fundamental", asegura Pablo Kompel, productor de obras como Red, Dos pícaros sinvergüenzas y Novecento y CEO del Paseo La Plaza. "Es un punto de partida para el teatro comercial", agrega.

No se pueden dejar de lado las excepciones que confirman la regla: éxitos rutilantes como Toc Toc, que si bien cuenta con sólidos elencos (tanto en Buenos Aires como en su gira nacional) no tiene figuras tan reconocidas por el público masivo. Lo que se impone en este caso es la calidad de la obra y la aceptación del público por sobre cualquier otro parámetro. Un ejemplo que prueba que, como asegura Kompel, "la única verdad es el de boca en boca".


Lo mediático

Parecería casi obvio pensar que la presencia en televisión de una figura beneficia a la taquilla de la obra en la que esté. Sin embargo, no hay una relación causal entre ambas cosas. Las reglas del consumo teatral poco tienen que ver con las de la pantalla chica. Según cuenta Carlos Rottemberg (dueño del Multiteatro, el Liceo y el Tabarís), hay ejemplos de ambos casos: aquellos en que la presencia televisiva ha beneficiado a la convocatoria teatral y aquellos en los que ha jugado en contra: "Hay demasiados ejemplos de bordereaux que se han caído ante el ingreso de un actor taquillero en teatro a la pantalla de difusión gratuita", dice. En el mismo sentido, Lino Patalano (hoy al frente del Maipo y Maipo Kabaret, y productor de Salsa criolla, histórico suceso teatral) sostiene: "Es cierto que la cuota de pantalla que pueda tener un actor lo hace atractivo para la taquilla y por eso generan sucesos teatrales. Pero muchas veces el público que los ve en televisión, en lugar de sacar la entrada para el teatro, los espera a la salida para sacarse fotos. Y otras veces actores que no pisan la televisión para nada producen éxitos impresionantes". Bastan ejemplos: Toc Toc,Le prenom, y hasta hace poco, Forever Young, sin figuras televisivas y éxitos inmensos.


Intuir el éxito

"Lo más difícil de nuestra profesión es lograr acertar con el gusto de la gente cuando uno decide producir tal o cual espectáculo -observa Javier Faroni-. No hay un parámetro para determinar a priori qué puede pasar con un título. Por supuesto que hay obras en las que uno, por el texto, los actores que la protagonizan o la temática, tiene menos posibilidades de error. Pero a la larga, pasan los años y seguimos no sabiendo nada. Si no, todos haríamos éxitos y en nuestras carreras hay muchos más fracasos que éxitos."

De esta manera, Faroni sintetiza la respuesta que más se repite entre los productores cuando se les pregunta cómo hacen para evaluar si una obra será o no exitosa en la cartelera local. Por supuesto que puede haber indicadores externos, como si la obra que estrenarán fue o no un éxito en el exterior, en caso de tratarse de un texto extranjero. Pero aun tomando ese parámetro, el público argentino tiene sus particularidades y se diferencia notablemente de otras audiencias teatrales. En este sentido, bien vale recordar el ejemplo de Brujas, una comedia producida por Carlos Rottemberg que batió récords en la Argentina, pero que, con su título original, Entre mujeres, no logró cautivar al público de España, país en el que surgió la versión original.

Sin embargo, para estos grandes conocedores de la escena, sí resulta más sencillo saber si será o no un éxito de taquilla una vez que se estrena. Rottemberg, con cuarenta años de oficio a cuestas, logra percibirlo en la misma semana del estreno. Algo similar le sucede a Lino Patalano, quien, no obstante, establece una distinción entre dos tipos de proyectos: "Si el elenco está conformado por primeras figuras, de las consideradas taquilleras, lo sé desde la primera función. Si, en cambio, es un elenco de los llamados «no comerciales» puede pasar hasta más de un mes para saberlo. En los buenos espectáculos, el de boca en boca ha hecho milagros. Además, hay algo que es inapelable: la decisión del público. Ellos saben generalmente desde el vamos qué es lo que quieren ver y qué es lo que no. Y cuando deciden que no, no hay publicidad que valga".

Si de éxitos hablamos, Ariel Diwan, productor de Stravaganza, sin dudas, sabe de qué se trata. "Yo me dedico a la construcción desde hace veinte años. Cuando vino el proyecto de Flavio [Mendoza], estaba decidido a retirarme del teatro. Dije: «Hago algo grosso y me voy». Y después, nos fue como nos fue y seguimos." Stravaganza (con sus diferentes espectáculos) es, desde hace varios años, un líder de taquilla, y alcanzó desde su primer estreno hasta hoy una recaudación bruta de cerca de 250 millones de pesos. Pero fueron muchos los riesgos que implicó, antes de su estreno, una producción de esta envergadura: "Productores para hacer obras hay miles, pero para poner 15 o 20 millones de pesos no hay tantos. Para recuperar la inversión, con esta obra tenía que pasar algo que no había pasado en la historia del teatro antes", destaca Diwan.


Ante el fracaso...

¿Qué pasa cuando una obra no es elegida por el público? ¿Cuánto tiempo puede permanecer en cartel? "Por más mal que vaya, como mínimo les doy el tiempo que dura el contrato que haya firmado con los actores", responde Lino Patalano. Por su parte, Javier Faroni señala: "Siempre se piensa en dos o tres meses, pero una obra que quizás en Capital no funciona, tiene mejor destino en el interior o en las plazas teatrales del verano. No siempre un éxito en Buenos Aires funciona en el interior o un éxito de Mar del Plata o Carlos Paz es para la Capital".

Así, apelando a su experiencia, a la intuición y esperando contar con una pizca de suerte, los productores de una de las escenas más vitales del mundo se arrojan al impredecible abismo del teatro esperando encontrarse, fracasos mediante, con el sueño del productor: una sala repleta y una larga ovación que, aun cuando están lejos del brillo del escenario, también será para ellos.


Las diez claves de la producción teatral

  • Las figuras son importantes y los productores suelen preferir contar con una figura convocante. Sin embargo, no son condición suficiente para garantizar un éxito.
  • Si hablamos de teatro de texto, la comedia suele convocar más público que el drama.
  • La única verdad es el de boca en boca.
  • No hay bombardeo publicitario que logre transformar un fracaso en éxito.
  • Los productores con más años en el rubro suelen darse cuenta dentro de la primera semana si la obra va a funcionar o no.
  • Es difícil que una obra que no funciona bien en la taquilla logre revertir la tendencia. Sin embargo, sí puede darse el caso contrario: que una obra que está funcionando bien pueda caer en convocatoria rápidamente.
  • La presencia en televisión de una figura puede beneficiar o perjudicar a la taquilla teatral, hay ejemplos de ambos casos. La exposición televisiva no siempre juega a favor.
  • Lidiar con el fracaso es parte fundamental del trabajo. Salvando excepciones, el fracaso suele ser más frecuente que el éxito en la carrera de un productor.
  • Un productor debe ejercitar la templanza, generar credibilidad, apasionarse por los proyectos y no perder de vista su función.
  • La suerte, como en la vida misma, también juega un papel.

miércoles, 4 de junio de 2014

EXPERIENCIAS NO CONVENCIONALES SOBRE EL ESPACIO Y EL ROL DEL ESPECTADOR



CULTURA Y ESPECTÁCULOS
Página 12

Jueves, 29 de mayo de 2014

TEATRO › EXPERIENCIAS NO CONVENCIONALES SOBRE EL ESPACIO Y EL ROL DEL ESPECTADOR

“En este tipo de teatro no es cuestión de sentarse y mirar”
Cada vez más grupos se inclinan por pensar al hecho teatral fuera de los parámetros tradicionales. Página/12 eligió tres espectáculos que, por necesidad, capacidad de adaptación o creatividad, desestructuran la posición del espectador en el teatro.
Por Sebastián Ackerman

No sólo la tecnología modificó, en estos últimos años, la manera en que se puede ver una obra teatral. Por necesidad, adaptación o creatividad, la posición del espectador en el teatro fue transformándose desde aquel lugar que únicamente implicaba silencio y atención. En una oferta como la de Buenos Aires ya no alcanza con la promesa de buen espectáculo o con una difusión masiva. Además, el endurecimiento de los controles y los requisitos para habilitar espacios teatrales hizo que para autores que no transitan el mainstream porteño, la adaptación de sus obras a las opciones escénicas fuera una forma de supervivencia en un ambiente un tanto más apretado que en años anteriores. Hay que rebuscárselas de otra manera. ¿Cómo tentar a un espectador bombardeado de posibilidades? La creatividad y la inventiva no están solamente del lado del texto: también se puede innovar desde la elección del lugar para que ir al teatro sea un tipo de experiencia diferente.
Cada vez más grupos se inclinan por pensar al hecho teatral fuera de los parámetros tradicionales (ver recuadro) pero, sin embargo, siguen definiendo lo que hacen como “teatro”. En esta renovación cambia el eje de las reflexiones escénicas y temáticas, pero la respuesta se sigue buscando desde las tablas. Por eso, Página/12 reunió a Natalia Chame, coautora de Usted está aquí; Michelle Wejcman, directora de Proyecto Posadas; y Pedro Alperowicz, creador y productor de Amándote en el Ritz, para dialogar sobre estas puestas en las que el lugar del espectador no responde al estereotipo: estar sentado en una butaca, con la luz apagada y siendo sólo un perfecto voyeur. Experiencias diferentes, sin escenario ni distancias, vivir el hecho teatral en lugares construidos para otra cosa. Si vivir es interpretar diferentes papeles, la transición es natural.

El viaje
Al comienzo de la función de Usted está aquí una azafata solicita “absoluta confidencialidad” a los espectadores para no arruinar la sorpresa de esta experiencia a quienes vengan otro día. ¿Cómo contar algo de aquello que nos piden que guardemos en secreto? “Usted está aquí es un juego, y tenés la posibilidad, si te dejás llevar, de vivir una experiencia distinta sobre vos mismo”, define Natalia Chame, y resalta que “este espectáculo es un secreto compartido entre varios. A mí lo misterioso siempre me resulta atractivo”, confiesa quien junto a Romina Bulacio Sak le dio forma a una experiencia teatral diferente, tanto para quien la ve como para quien la representa: en cada pasada, son 60 actores y 30 espectadores, y no es por falta de convocatoria sino que fue pensado así desde el inicio: “Pocas veces existe la posibilidad de que los espectadores sean menos que los actores. Algo de eso también hay en el teatro comunitario. Está bueno jugar con que el espectador sienta que hay algo especial: ¡60 actores para vos!”, se entusiasma.
La palabra clave con la que identifica a la propuesta es “experiencia”. Y dice que la que se presenta en el Konex es como la “segunda versión”, porque el año pasado –aprovechando el funcionamiento de los secretos a voces– hicieron una puesta con la misma idea en una casa en San Telmo, pero no la podían difundir oficialmente “porque no estaba habilitada para funciones”. Sin embargo estuvo ocho meses a lleno porque “el boca en boca y lo clandestino funcionó bien”, afirma. Y cuenta que con Bulacio Sak estudiaron Ciencia Política y trasladaron al teatro la pregunta política por la participación: “Empezamos a ver mucho teatro performático, nos tocó vivir tres años afuera y las dos nos íbamos compartiendo esas cosas”, recuerda. Chame aclara para los que pasaron por la casa de San Telmo que la versión actual “tiene que ver más con los espacios del Konex, es algo distinto. Pero la continuidad es que sigue la pregunta sobre el espacio y el rol del espectador”.
Chame elige cada palabra, piensa bien qué contar y qué no. “Me fascina la posibilidad de jugar, de dejarte llevar”, plantea. Es que una de las claves de Usted está aquí tiene que ver con la sorpresa y la adaptación, y un dato revelado anticipadamente puede cambiar la situación. Todo a su alrededor le demanda otra postura al espectador: este teatro no es sentarse y mirar. “El actor es casi un soporte para que entienda las reglas del juego y juegue. No demandamos que juegue, sino que si quiere juega, y si no la cosa también puede seguir. El espectador puede cambiarlo casi todo, pero siempre con los actores sosteniendo la estructura. Vienen espectadores que no van tanto al teatro pero quieren vivir una experiencia distinta. Y no sé si mi vieja corrió la bola o qué, pero viene mucha gente de la edad de mi mamá”, bromea.

Invitación a espiar
El salón del hotel Ritz celebra su décimo aniversario, y en una de las mesas, una pareja comienza una historia de amor mientras otros “huéspedes” del hotel toman el té y son partícipes de sus diálogos, de sus festejos, de sus elogios y sus disputas. No les queda otra que espiar lo que sucede en la mesa de esa pareja, a la que parece no importarles que haya más gente en el salón. “Como podemos hacer en cualquier bar o restaurante”, compara Alperowicz. “Amándote en el Ritz tiene la intención de crear un mundo en el que el espectador participa”, apuesta, y confía en que el espectador descubra la unidad de la propuesta: “Si le decimos que es tomar el té en una obra de teatro, las expectativas son el tomar té y la parte artística, pero nosotros fusionamos las dos. Es pertenecer a un mundo y aplicar todos los sentidos a ese momento, no sólo la vista. Es violar la cuarta pared y que el público sepa que no es sólo espectador, que también está poniendo el cuerpo en la obra”, analiza.
La obra, con dirección artística y dramaturgia de Iris Pedrazzoli, es una adaptación de textos de Bernard Slade que nació de la fusión de dos pasiones de Alperowicz: el té y la actuación. “Quise unir estas dos cosas con una propuesta que me gustara. La cosa gastronómica me atrae mucho, incorporar el sentido del gusto al teatro y que sea parte de un todo. Si algo incorpora otros sentidos al teatro, ese juego que se da resulta muy interesante”, resalta. Y rememora algunas de las experiencias como espectador que le dieron forma a sus obras: “Todo el teatro comunitario es una fiesta. El casamiento de Anita y Mirko. Muy simpático. ¡Ibas a un casamiento! Comías lo mismo que ellos, bailabas con la novia... Esa cosa de fiesta inspiró un poco nuestros trabajos”, rescata.
Hay algo del ritual que implica el té, intuye Alperowicz, más el ser parte de una obra de teatro, que hace que los espectadores tengan que “entrar en el juego” para disfrutarlo plenamente: “Cuando entran, ven un salón de té muy armado y se frenan. El té parece que impone un protocolo que inhibe al que no lo conoce. Pasa en otros ámbitos también. Cuando entra en juego con los mozos, que son actores, ahí empieza un poco a ablandarse”, se ataja. ¿Pero se puede prever el público que va a ver la obra? “Cualquiera puede venir, pero está dirigido a un público que toma ese tipo de vivencias y que puede evocar. Jugamos mucho con la evocación”, define Alperowicz, y ejemplifica: “Por eso, Amándote... también tiene momentos de musical. Son canciones conocidas. Quizá tiene que ver con que me pesca en una edad en la que empiezo a evocar. Entonces, lo transmito y me gusta compartir esas evocaciones. Es un placer, un gusto que se comparte”, concluye.

Un lugar diferente
Encontrar dónde hacer la puesta de Proyecto Posadas, sostiene Michelle Wejcman, no fue fácil: la obra sucedía en una peluquería, pero querían que fuera una de verdad. Entonces, se dividieron los barrios porteños para buscar una en la que se pudiera hacer teatro pero, claro, no tenían habilitación para presentar espectáculos. “¡Hoy hay peluqueros que me conocen como `la que quería hacer teatro’!”, ríe. Hasta que dio con la barbería La Epoca. “Adapté la puesta a ese espacio, con los espejos, los sillones, el vidrio, la calle pegada. Quería hacer algo en el barrio, que hubiera una movida barrial.” Y allí, en Primera Junta, cuentan cómo una célula de militantes organiza el festejo (clandestino, obvio) de cumpleaños de J. Posadas, el líder de una fracción del movimiento trotskista en los ’60 y ’70, para luego retomar ese pasado a través de la filmación de un documental como tarea para una materia de la escuela de cine, donde ese pasado se resignifica desde el hoy.
“Proyecto Posadas te adentra en un momento histórico conocido para conocer a un personaje poco conocido”, apunta la directora. Según Wejcman, la obra escrita por Andrés Binetti permite “reflexionar sobre el presente a partir del pasado”. ¿Qué cambia cuando una obra se presenta en un “espacio no convencional”? En este caso, la famosa cuarta pared está: los espectadores ven la obra a través de un vidrio, que es la división entre la sala de espera y la de la peluquería en sí. “Sienten que están espiando una situación, potenciada porque está en un espacio real, y por la relación constante con la calle a través de la vidriera: pasa gente, el camión de la basura, el colectivo, y los actores tienen que incorporarlo”, reflexiona. Wejcman señala que “los actores entran de la calle, y con los vecinos o los que pasan por la calle se genera una situación medio rara pero muy interesante”.
No es casual que la obra sea una ficcionalización de un momento político denso para la Argentina: Wejcman comparte con Binetti que “el teatro es político siempre. El crea una situación ficcional dentro de un contexto histórico como excusa para reflexionar sobre el presente”, explica. Y asegura que estos vaivenes escénicos la “divierten” y “motivan” a “buscar nuevas formas de llegar a la gente, y está buenísimo que si uno encuentra un lugar que le gusta, otra gente lo pueda conocer. Hay algo del compartir esta historia de Posadas, que es poco conocido. Pero también muchos vecinos incluso nos dijeron que pasaban todos los días pero no se habían dado cuenta del lugar”, advierte. Y nota que, sobre todo en las primeras funciones, el público estaba un poco perdido respecto de qué tenía que hacer: “Se quedaban en la calle, preguntaban si podían entrar... Van preparados a algo diferente, pero con muchas dudas. Vienen con esa motivación, está buenísimo que sepan que es algo diferente y tengan ganas de probarlo”, invita.

* Usted está aquí se presenta los miércoles y domingos a las 20, 20.30. 21 y 21.30 en la C.C. Konex (Sarmiento 3131); Proyecto Posadas está los viernes a las 21 en la barbería La Epoca (Guayaquil 877) con reserva a proyecto posadasteatro@gmail.com; y Amándote en el Ritz los domingos a las 17 en Apaq (Cuba 1930) sólo con reserva previa a info@eclai re.com.ar.

martes, 29 de abril de 2014

Mesa de Producción en las Artes Escénicas

El sábado 17 de mayo de 11:30 a 13:30 horas se realizará una mesa sobre Producción en las Artes Escénicas, que coordina Mónica Berman y en el que participaremos distintos referentes de la producción de la Ciudad de Buenos Aires. La actividad se desarrolla en el marco de la II Jornada del Área de Comunicación, Artes Escénicas y Audiovisuales de la Fac. de Ciencias Sociales de la UBA. 
Se agradece la difusión y la participación. 






martes, 25 de marzo de 2014

Estimados todos,

A aquellos interesados en estudiar gestión y producción escénica, a aquellos que no han podido hacerlo hasta ahora y que siempre soñaron con hacerlo y a aquellos otros que ya han estudiado conmigo y que quisieran recomendarlo a sus amigos, compañeros, conocidos y colegas del medio, les aviso que comienzan los cursos de nivel inicial 2014 que yo dicto en distintas y prestigiosas instituciones artísticas y culturales.

CELCIT.
Gestión y Producción Escénica
Sábados de 15:00 a 17:30 hs. 
5 meses.
Comienzo sábado 8 de marzo.
Informes:
http://celcit.org.ar/cursos/90_gestion-y-produccion-escenica.html 

Fundación Amigos del Teatro San Martín 
El rol del productor en el proceso creativo
Martes de 19:00 a 22:00 hs. 
12 clases.
Comienzo martes 1 de abril.   
Informes:
http://complejoteatral.gob.ar/formacion-artistica/cursos-y-seminarios?ascm_content_change=Inicio


C.C. Rojas
Laboratorio de producción teatral 1
Sábados de 11:00 a 13:30 hs.
16 clases.
Comienzo sábado 12 de abril.
Informes:

http://www.rojas.uba.ar/cursos/cultura.php

Después no digan que no les avisé.

Gustavo Schraier
www.gustavoschraier.com.ar 


Hola a todos,



En esta oportunidad quería darle la bienvenida a una nueva revista digital, EMPRENDE CULTURA, una publicación que promete y mucho, dirigida por el gestor Federico Borobio y en cuyo número inicial se plasman distintas miradas sobre "Cultura y dinero, ¿relaciones peligrosas?".


He aquí el link: http://recursosculturales.com/revista/ 

Saludos y hasta la próxima.

Gustavo Schraier






Cultura y dinero ¿Relaciones peligrosas?

miércoles, 5 de febrero de 2014

Los áspides de Cleopatra en el Teatro Pavón de Madrid

Estimados seguidores de este benemérito blog,

Supongo que estos últimos meses, fines del 2013 y principios del 2014, anduvieron extrañando horrores los post del blogdelproductorejecutivo y si no fue así, por lo menos,  es posible que hayan sentido que "algo" les estaba  faltando y no sabián qué era. Pues claro que sí!!! Se trataban de los post ausentes... Bueno, aquí estamos nuevamente en el camino.  

En cuanto a mi ausencia temporal y no es por justificarme, les cuento que en diciembre (incluido entre fiestas) anduve finiquitando cuestiones de la preproducción de la gira a España de Los áspides de Cleopatra, obra de Francisco de Rojas Zorrilla, dirigida por Guillermo Heras, que tras su temporada porteña en la Sala Casacuberta del Teatro San Martín entre septiembre y diciembre de 2013 desarrolló una gira al Teatro Pavón de Madrid de 10 funciones, desde el 12 al 23 de enero de 2014. 

Dichas presentaciones fueron parte de la segunda etapa del Laboratorio América, un proyecto de coproducción entre el Complejo Teatral de Buenos Aires y la Compañía Nacional de Teatro Clásico de España, que consistía justamente en la exhibición en Madrid de la obra, cuyo elenco de 10 actores fue seleccionado primero en marzo de entre 500 postulantes y luego de un filtro de entre 32 que pasaron a la segunda etapa que consistió en un taller- laboratorio coordinado por los españoles Guillermo Heras -el director- y Gabriel Garbisu -el asesor de verso- y por el lado argentino, Carlos Casella -coreógrafo- y quien esto subscribe como productor ejecutivo.   

El elenco finalmente estuvo constituido por: Iride Mockert (Cleopatra); Gustavo Pardi (Marco Antonio); Mariano Mazzei (Lépido); Julián Pucheta (Caimán); Anahí Gadda (Irene);  Carlos Sims (Lelio); Mariano Mandetta (Octaviano); Belén Pasqualini (Libia); Fede Howard y Marina Pomeraniec. A ellos se sumó el joven músico Matías Corno quien no solo compuso la música de la obra si no que la ejecutaba en vivo. 

En cuanto a los rubros creativos, la versión y la escenografía fueron del mismo Guillermo Heras, el asesoramiento en verso de Gabriel Garbisu, los audiovisuales de Álvaro Luna (los tres de España), la iluminación de Miguel Morales, el vestuario de Aníbal Duarte y la asistencia artística de Lucila Piffer.

Como compañeros de equipo, fundamentales,  la asistencia de dirección o regiduría fue de Cecilia Acosta y Fabián Barbosa y fue este último quien nos acompañó a Madrid para llevar adelante las 10 funciones.

¿Cómo funcionó en Madrid?

Excelente! De las 10 funciones, 5 fueron con el deseado cartelito de "No hay más localidades" y el resto estuvo ahí de tenerlo, faltando quizás 10 o 15 entradas vendidas del aforo de 350 localidades del Teatro Pavón pero sin dudas lo más significativo para todos los que estuvimos ahí llevando adelante las funciones (dentro o fuera de la escena) fue la calurosa y entusiasta recepción del público madrileño que aplaudió "ese fresco sabor porteño que le dieron al verso clásico español los actores argentino" o "El Siglo de Oro con acento porteño", como definieron varios medios.

La puesta en escena, según espectadores que lo vieron en Buenos Aires y en Madrid, se vio beneficiada al pasar de una sala del tipo anfiteatro como la Casacuberta del Teatro San Martín a una típica sala a la italiana como el Teatro Pavón de Madrid, con cámara negra y una boca escena más acotada, ya que concentró las energías del elenco en un espacio escénico más reducido, a la vez potenció la intimidad y la dramaticidad de muchas escenas de la obra y finalmente, posibilitó una focalización más precisa y definida de los audiovisuales.

En cuanto a las cuestiones humanas, la dinámica fue maravillosa. Aunque siempre decimos (y no siempre lo creemos) que un elenco es una gran familia en este caso fue realmente así. O mejor aún. Fue más como la energía de un grupo de amigos que encima se dan el gusto de trabajar de lo que les gusta y mejor aún, de visitantes en otro país. 

En cuanto a las relaciones con el personal de la Compañía Nacional de Teatro Clásico también fueron óptimas, cálidas y bien fluidas. Quizás porque a muchos de ellos los conocía de la puesta de "La vida es sueño" protagonizada por mi amiga, la genial Blanca Portillo y el elenco de la CNTC, dirigidos por Helena Pimenta, que se realizó en abril en la sala Martín Coronado del Teatro San Martín que tuve la suerte de producir localmente.

Aquí unas fotitos de la gira para que disfruten.




Arribo de la Compañía a Barajas, Madrid
7 de enero de 2014














 El gran Julián Pucheta (Caimán), el gran Fabián Barbosa (regidor) y yo en el frente del Teatro Pavón de Madrid y bajo la imponente marquesina de Los áspides de Cleopatra. 
















 Guillermo Heras (el director) y yo en los camarines del Pavón.













 Con todo el elenco tomando posesión del lugar.













 Mandetta, Mazzei, Pasqualini, Gadda, Pardi y Mockert en plena multirelajación previo a un ensayo.












 La genial Blanca Portillo, Guillermo Heras (el director) y yo a la salida de una de las funciones.













 Anahí Gadda en maquillaje.


















Escena entre Cleo y Marco Antonio.











 
 Anahí Gadda (Irene), Julián Pucheta (Caimán) y Mariano Mandetta (Octaviano) a la búsqueda de Cleo y Marco Antonio.











Final de finales. El final de la 10ma  función de la obra en el Teatro Pavón de Madrid vista desde cajas (patas, hombros, etc.)










                                                                                
 El cuantioso público esperando para entrar a la última función.
Jueves 23de enero de 2014.














Luego en otro post les paso los links a las notas de prensa y reseñas que han salido.                                                                                                                                                               
Como no podía ser de otra manera aproveché mi estada en Madrid para despuntar el vicio pedagógico con un taller de producción de 3 días para los alumnos de actuación avanzada del maestro Juan Carlos Corazza, http://www.teatrocorazza.com/index.asp y con una charla para los alumnos de producción de la profesora Rosa Peña, la responsable del área de producción del Centro de Tecnología del Espectáculo, un espacio formativo de técnicos y gestores- productores de primer nivel, http://cte.mcu.es.

Bueno. Eso es todo por el momento. Ojalá lo hayan disfrutado

Gustavo Schraier
febrero de 2014