CULTURA Y ESPECTÁCULOS
Página 12
Jueves, 29
de mayo de 2014
TEATRO › EXPERIENCIAS
NO CONVENCIONALES SOBRE EL ESPACIO Y EL ROL DEL ESPECTADOR
“En este tipo de teatro no es cuestión de sentarse y
mirar”
Cada vez más
grupos se inclinan por pensar al hecho teatral fuera de los parámetros
tradicionales. Página/12 eligió tres espectáculos que, por necesidad, capacidad
de adaptación o creatividad, desestructuran la posición del espectador en el
teatro.
No sólo la tecnología modificó, en estos últimos años,
la manera en que se puede ver una obra teatral. Por necesidad, adaptación o
creatividad, la posición del espectador en el teatro fue transformándose desde
aquel lugar que únicamente implicaba silencio y atención. En una oferta como la
de Buenos Aires ya no alcanza con la promesa de buen espectáculo o con una
difusión masiva. Además, el endurecimiento de los controles y los requisitos
para habilitar espacios teatrales hizo que para autores que no transitan el
mainstream porteño, la adaptación de sus obras a las opciones escénicas fuera
una forma de supervivencia en un ambiente un tanto más apretado que en años
anteriores. Hay que rebuscárselas de otra manera. ¿Cómo tentar a un espectador
bombardeado de posibilidades? La creatividad y la inventiva no están solamente
del lado del texto: también se puede innovar desde la elección del lugar para
que ir al teatro sea un tipo de experiencia diferente.
Cada vez más grupos se inclinan por pensar al hecho
teatral fuera de los parámetros tradicionales (ver recuadro) pero, sin embargo,
siguen definiendo lo que hacen como “teatro”. En esta renovación cambia el eje
de las reflexiones escénicas y temáticas, pero la respuesta se sigue buscando
desde las tablas. Por eso, Página/12 reunió a Natalia Chame, coautora de Usted
está aquí; Michelle Wejcman, directora de Proyecto Posadas; y Pedro Alperowicz,
creador y productor de Amándote en el Ritz, para dialogar sobre estas puestas
en las que el lugar del espectador no responde al estereotipo: estar sentado en
una butaca, con la luz apagada y siendo sólo un perfecto voyeur. Experiencias
diferentes, sin escenario ni distancias, vivir el hecho teatral en lugares
construidos para otra cosa. Si vivir es interpretar diferentes papeles, la
transición es natural.
El viaje
Al comienzo de la función de Usted está aquí una
azafata solicita “absoluta confidencialidad” a los espectadores para no
arruinar la sorpresa de esta experiencia a quienes vengan otro día. ¿Cómo
contar algo de aquello que nos piden que guardemos en secreto? “Usted está aquí
es un juego, y tenés la posibilidad, si te dejás llevar, de vivir una
experiencia distinta sobre vos mismo”, define Natalia Chame, y resalta que
“este espectáculo es un secreto compartido entre varios. A mí lo misterioso
siempre me resulta atractivo”, confiesa quien junto a Romina Bulacio Sak le dio
forma a una experiencia teatral diferente, tanto para quien la ve como para
quien la representa: en cada pasada, son 60 actores y 30 espectadores, y no es
por falta de convocatoria sino que fue pensado así desde el inicio: “Pocas
veces existe la posibilidad de que los espectadores sean menos que los actores.
Algo de eso también hay en el teatro comunitario. Está bueno jugar con que el
espectador sienta que hay algo especial: ¡60 actores para vos!”, se entusiasma.
La palabra clave con la que identifica a la propuesta
es “experiencia”. Y dice que la que se presenta en el Konex es como la “segunda
versión”, porque el año pasado –aprovechando el funcionamiento de los secretos
a voces– hicieron una puesta con la misma idea en una casa en San Telmo, pero
no la podían difundir oficialmente “porque no estaba habilitada para
funciones”. Sin embargo estuvo ocho meses a lleno porque “el boca en boca y lo
clandestino funcionó bien”, afirma. Y cuenta que con Bulacio Sak estudiaron
Ciencia Política y trasladaron al teatro la pregunta política por la
participación: “Empezamos a ver mucho teatro performático, nos tocó vivir tres
años afuera y las dos nos íbamos compartiendo esas cosas”, recuerda. Chame
aclara para los que pasaron por la casa de San Telmo que la versión actual
“tiene que ver más con los espacios del Konex, es algo distinto. Pero la
continuidad es que sigue la pregunta sobre el espacio y el rol del espectador”.
Chame elige cada palabra, piensa bien qué contar y qué
no. “Me fascina la posibilidad de jugar, de dejarte llevar”, plantea. Es que
una de las claves de Usted está aquí tiene que ver con la sorpresa y la
adaptación, y un dato revelado anticipadamente puede cambiar la situación. Todo
a su alrededor le demanda otra postura al espectador: este teatro no es
sentarse y mirar. “El actor es casi un soporte para que entienda las reglas del
juego y juegue. No demandamos que juegue, sino que si quiere juega, y si no la
cosa también puede seguir. El espectador puede cambiarlo casi todo, pero
siempre con los actores sosteniendo la estructura. Vienen espectadores que no
van tanto al teatro pero quieren vivir una experiencia distinta. Y no sé si mi
vieja corrió la bola o qué, pero viene mucha gente de la edad de mi mamá”,
bromea.
Invitación a espiar
El salón del hotel Ritz celebra su décimo aniversario,
y en una de las mesas, una pareja comienza una historia de amor mientras otros
“huéspedes” del hotel toman el té y son partícipes de sus diálogos, de sus
festejos, de sus elogios y sus disputas. No les queda otra que espiar lo que
sucede en la mesa de esa pareja, a la que parece no importarles que haya más
gente en el salón. “Como podemos hacer en cualquier bar o restaurante”, compara
Alperowicz. “Amándote en el Ritz tiene la intención de crear un mundo en el que
el espectador participa”, apuesta, y confía en que el espectador descubra la
unidad de la propuesta: “Si le decimos que es tomar el té en una obra de
teatro, las expectativas son el tomar té y la parte artística, pero nosotros
fusionamos las dos. Es pertenecer a un mundo y aplicar todos los sentidos a ese
momento, no sólo la vista. Es violar la cuarta pared y que el público sepa que
no es sólo espectador, que también está poniendo el cuerpo en la obra”,
analiza.
La obra, con dirección artística y dramaturgia de Iris
Pedrazzoli, es una adaptación de textos de Bernard Slade que nació de la fusión
de dos pasiones de Alperowicz: el té y la actuación. “Quise unir estas dos
cosas con una propuesta que me gustara. La cosa gastronómica me atrae mucho,
incorporar el sentido del gusto al teatro y que sea parte de un todo. Si algo
incorpora otros sentidos al teatro, ese juego que se da resulta muy
interesante”, resalta. Y rememora algunas de las experiencias como espectador
que le dieron forma a sus obras: “Todo el teatro comunitario es una fiesta. El
casamiento de Anita y Mirko. Muy simpático. ¡Ibas a un casamiento! Comías lo
mismo que ellos, bailabas con la novia... Esa cosa de fiesta inspiró un poco
nuestros trabajos”, rescata.
Hay algo del ritual que implica el té, intuye
Alperowicz, más el ser parte de una obra de teatro, que hace que los
espectadores tengan que “entrar en el juego” para disfrutarlo plenamente:
“Cuando entran, ven un salón de té muy armado y se frenan. El té parece que
impone un protocolo que inhibe al que no lo conoce. Pasa en otros ámbitos
también. Cuando entra en juego con los mozos, que son actores, ahí empieza un
poco a ablandarse”, se ataja. ¿Pero se puede prever el público que va a ver la
obra? “Cualquiera puede venir, pero está dirigido a un público que toma ese
tipo de vivencias y que puede evocar. Jugamos mucho con la evocación”, define
Alperowicz, y ejemplifica: “Por eso, Amándote... también tiene momentos de
musical. Son canciones conocidas. Quizá tiene que ver con que me pesca en una
edad en la que empiezo a evocar. Entonces, lo transmito y me gusta compartir
esas evocaciones. Es un placer, un gusto que se comparte”, concluye.
Un lugar diferente
Encontrar dónde hacer la puesta de Proyecto Posadas,
sostiene Michelle Wejcman, no fue fácil: la obra sucedía en una peluquería,
pero querían que fuera una de verdad. Entonces, se dividieron los barrios
porteños para buscar una en la que se pudiera hacer teatro pero, claro, no
tenían habilitación para presentar espectáculos. “¡Hoy hay peluqueros que me
conocen como `la que quería hacer teatro’!”, ríe. Hasta que dio con la barbería
La Epoca. “Adapté la puesta a ese espacio, con los espejos, los sillones, el
vidrio, la calle pegada. Quería hacer algo en el barrio, que hubiera una movida
barrial.” Y allí, en Primera Junta, cuentan cómo una célula de militantes
organiza el festejo (clandestino, obvio) de cumpleaños de J. Posadas, el líder
de una fracción del movimiento trotskista en los ’60 y ’70, para luego retomar
ese pasado a través de la filmación de un documental como tarea para una
materia de la escuela de cine, donde ese pasado se resignifica desde el hoy.
“Proyecto Posadas te adentra en un momento histórico
conocido para conocer a un personaje poco conocido”, apunta la directora. Según
Wejcman, la obra escrita por Andrés Binetti permite “reflexionar sobre el
presente a partir del pasado”. ¿Qué cambia cuando una obra se presenta en un
“espacio no convencional”? En este caso, la famosa cuarta pared está: los
espectadores ven la obra a través de un vidrio, que es la división entre la
sala de espera y la de la peluquería en sí. “Sienten que están espiando una
situación, potenciada porque está en un espacio real, y por la relación
constante con la calle a través de la vidriera: pasa gente, el camión de la
basura, el colectivo, y los actores tienen que incorporarlo”, reflexiona.
Wejcman señala que “los actores entran de la calle, y con los vecinos o los que
pasan por la calle se genera una situación medio rara pero muy interesante”.
No es casual que la obra sea una ficcionalización de
un momento político denso para la Argentina: Wejcman comparte con Binetti que
“el teatro es político siempre. El crea una situación ficcional dentro de un
contexto histórico como excusa para reflexionar sobre el presente”, explica. Y
asegura que estos vaivenes escénicos la “divierten” y “motivan” a “buscar
nuevas formas de llegar a la gente, y está buenísimo que si uno encuentra un
lugar que le gusta, otra gente lo pueda conocer. Hay algo del compartir esta
historia de Posadas, que es poco conocido. Pero también muchos vecinos incluso
nos dijeron que pasaban todos los días pero no se habían dado cuenta del
lugar”, advierte. Y nota que, sobre todo en las primeras funciones, el público
estaba un poco perdido respecto de qué tenía que hacer: “Se quedaban en la
calle, preguntaban si podían entrar... Van preparados a algo diferente, pero
con muchas dudas. Vienen con esa motivación, está buenísimo que sepan que es
algo diferente y tengan ganas de probarlo”, invita.
* Usted está aquí se presenta los miércoles y domingos
a las 20, 20.30. 21 y 21.30 en la C.C. Konex (Sarmiento 3131); Proyecto Posadas
está los viernes a las 21 en la barbería La Epoca (Guayaquil 877) con reserva a
proyecto posadasteatro@gmail.com; y Amándote en el Ritz los domingos a las 17
en Apaq (Cuba 1930) sólo con reserva previa a info@eclai re.com.ar.