viernes, 31 de agosto de 2012

Una declaración de principios
(Si no le gusta estos, tengo otros -como diría el gran Groucho Marx- )


"Si bien es cierto que el término que el término producción se utiliza en las artes escénicas para denominar varias cosas distintas, también es verdad que muchas de esas denominaciones suelen ser erráticas, confusas e inciertas; a la producción se la ha pensado poco y mal en Argentina.

Por todo eso, y para despejar algunas dudas, les propongo que pensemos inicialmente a la producción como un proceso. Un proceso en el que confluirán una serie de prácticas artísticas, técnicas y administrativas que un conjunto organizado de individuos "llevaremos adelante" aportando capital y/o trabajo con la intención de alcanzar una meta específica: la materialización de una idea (o un sueño como lo nombra mi colega y amiga Marisa de León) en una obra, en un espectáculo, en un producto escénico, a ser presentado ante un público específico y durante un tiempo determinado.

Un proceso en el que todos y cada uno de los que participamos de "llevar adelante" deberíamos asumir, de una vez por todas, nuestra condición de productores de esa futura creación escénica, sin importar el rol o la responsabilidad que tengamos en el entramado productivo. Pero entonces, si todos somos productores... ¿Qué pito toca el productor ejecutivo?

Brevemente podría decir que el productor ejecutivo es un especialista que, entre muchas otras funciones, tiene la de traducir las ideas de los promotores de un proyecto (director, empresario, institución o compañía teatral, según sea el caso) en un conjunto de estrategias y de acciones específicas que conduzcan, por un camino concreto y planificado, a la materialización de esa idea y a la posterior vinculación del producto escénico resultante con su entorno.

El productor ejecutivo es -me gusta pensarnos de ese modo- un nexo o un vaso comunicante entre los equipos creativos, artísticos y técnicos y ese "llevar adelante", entre las ideas y los hechos, entre un proyecto y su realización, entre una creación escénica y su público potencial."

Fragmento de "Producción ejecutiva, breves reflexiones", 
artículo de mi autoría publicado en Revista Funámbulos
Año 13  N° 33. Primavera de 2010

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